jueves, 16 de julio de 2009

Lock, Stock And Two Smoking Barrels (1998)



Esta película es una maldita locura de principio a fin, coincidencias imposibles es lo que encontramos en esta película y como la causalidad de los actos puede llevarnos a sitios que nunca hubiéramos imaginado. De la prodigiosa mente de Guy Ritchie os traigo la primera de cuatro películas de cine negro con la misma tónica, muchos personajes sin relación alguna, de distintos estratos del crimen organizado acaban juntándose de una manera que solo se le podría ocurrir a este director para dejarnos un final de infarto y es que seremos espectadores de una carrera sin frenos y podremos ver el desenlace fatal y apreciar impotentemente como los personajes son ajenos a su destino.

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